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Cada año más de 200.000 migrantes indocumentados cruzan México rumbo a Estados Unidos

Activistas y organizaciones pro derechos de los migrantes han dicho que los abusos del INM ocurren desde hace varios años.

Joel, un salvadoreño que colabora en el albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec, Oaxaca, al sureste de México, es un ejemplo.

Hace seis años, cuenta, recibió varios disparos durante un asalto, pero agentes de Migración lo sacaron del hospital donde convalecía y después lo abandonaron en la frontera con Guatemala.

"Sólo vestía la bata del hospital, y estaba sin zapatos. Me regalaron alguna ropa, pero me sentía muy mal", dice a BBC Mundo.

"Me entregué a los de Migración para que me deportaran pero me dejaron en un patio, sin atención. Hasta que me mandaron a El Salvador, mucho después", recuerda.

Es un caso que se repite con frecuencia. Mauricio Farah ex visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y responsable del primer informe sobre secuestros de migrantes, dice que los abusos a indocumentados en México equivalen "a una crisis humanitaria".

Por lo pronto, el gobierno mexicano anunció que reforzará la seguridad en su frontera sur para combatir a bandas de traficantes de personas.

Según cifras oficiales, cada año más de 200.000 migrantes indocumentados cruzan México hacia Estados Unidos. La mayoría provienen de Centroamérica, pero recientemente aumentó el número de personas de Sudamérica, Asia, Oriente Medio y África.