lunes, 14 de noviembre de 2011

México: país expulsor, país receptor

En este trayecto los inmigrantes centroamericanos padecen una cantidad indeterminada de riesgos, ya que desconocen el territorio en el que incursionan, cuentan con recursos económicos muy limitados, ignoran sus derechos básicos y no están al tanto de las normas internacionales que los protegen. Dichas circunstancias los posicionan como un grupo sumamente vulnerable y crean el espacio propicio para que sus derechos sean violados, tanto por autoridades mexicanas en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), como por bandas delictivas y particulares.

Además, su calidad de indocumentados los obliga a mantenerse marginados de la vida pública y a no denunciar los daños y la violación a sus derechos a fin de evitar la deportación. No sólo la frontera sur del país, sino todos los caminos de las diversas rutas hacia el norte se convierten en focos de atención atención sobre la protección de los derechos humanos de los inmigrantes centroamericanos en tránsito.

A la par de los riesgos intrínsecos a la transmigración indocumentada, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 provocaron que la política migratoria mexicana se volviera más restrictiva.


Autor: Karina Patraca Lara 143464

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